Los parlantes portátiles pequeños se convirtieron en un imprescindible del día a día: van en la mochila, en el escritorio, en el bolso, en la bici, al parque, al trabajo, al gym o a cualquier espacio donde quieras música sin complicarte.
La música acompaña cada momento de la vida diaria: trabajar, estudiar, entrenar, cocinar, relajarse o compartir una tarde con amigos. Pero si querés disfrutar buen sonido sin depender de grandes equipos, un parlante portátil con buena calidad de audio se vuelve indispensable.
El verano argentino es sinónimo de música: en la pileta, en la playa, en el quincho, en la montaña, en un viaje o en escapadas con amigos. Y si hay un gadget clave para esta temporada, es un buen parlante portátil potente